LOS ORÍGENES
Ultras Sur nace al inicio de la década
de los 80, en el seno de la entonces peña más animosa y viajera del Real
Madrid, que no es otra que la Peña Las Banderas. Dentro de ella se
reúne un grupo de jóvenes caracterizados por un especial ímpetu que les
lleva a no amilanarse ante las hinchadas adversarias, las cuales,
habitualmente, trataban muy mal a los seguidores madridistas, pues éstos
representaban al Real Madrid, seguramente el equipo más envidiado y
odiado de España. Con estos orígenes, y en un principio siempre dentro
de Las Banderas pero como un sector bien diferenciado dentro del mismo,
estos jóvenes toman el nombre de ULTRAS SUR, debido a la influencia del
movimiento ultra que por entonces comenzaba a extenderse por Europa y
principalmente en Italia, unido a su habitual ubicación en el fondo sur
del estadio Santiago Bernabéu.
Este grupo, desde un principio, acoge en toda su extensión la ideología ultra, y finalmente son expulsados de la Peña Las Banderas, con lo cual el grupo se constituye ya de una manera aislada e independiente, y no ya como un sector dentro de dicha peña.
En los comienzos del grupo, el mismo aglutina a personas de todo tipo, pertenecientes a las más variadas "tribus urbanas" existentes por aquella época. El único punto de unión era el amor a unos mismos colores, lo que lleva a situaciones tan paradójicas como que en el fondo sur del Bernabéu convivan los días de partido tribus que entre semana no se pueden ni ver e incluso se encuentran en "guerra". Ciertamente, por aquella época el grupo no está politizado, al menos en los términos que hoy se puede entender como tal. No existe ningún tipo de simbología política, ni siquiera "extraoficial" (por denominarlo de alguna manera), aunque es cierto que las circunstancias son bien diferentes a las que existen en la actualidad ya que, en aquél entonces, el hecho de llevar una bandera española no era tomado como provocación por ciertos grupos urbanos, al contrario de lo que sucede con cierta escoria en la actualidad.
Es la época del grupo caracterizada por alcanzar las más altas cotas de violencia; al término de cada encuentro, eran frecuentes enfrentamientos con aficionados del otro equipo, fuera el que fuera, español o extranjero, situación seguramente motivada todo por los continuos malos tratos que durante años habían sufrido los hinchas blancos por todos los campos españoles. Así es como comienza ULTRAS SUR como mito. Hemos de decir que desde la creación del grupo únicamente se han reflejado en los medios de comunicación noticias relacionadas con violencia e incidentes sin querer entender jamás la verdadera realidad de los sucesos en los que nos hemos visto envueltos en ocasiones y sin hacer jamás mención a los continuos esfuerzos por dar colorido y animación a la grada del Santiago Bernabéu.
Poco a poco el grupo comienza a crecer, se va uniendo cada vez más gente, ya desde los primeros años salta a todos los medios de comunicación, como ya hemos comentado, por los incidentes protagonizados y la fama se va extendiendo partido a partido.
Es una fase de descontrol generalizado con relación a la organización: en el estadio se hacen únicamente tifos con bengalas, botes de humo, nitrato... que cada uno de los miembros del grupo sufraga personalmente de su propio bolsillo; los desplazamientos son esporádicos y se hacen a través de otras peñas, y no existe ni el menor atisbo de estructura medianamente organizada...
De esta época cabe mencionar los incidentes sucedidos en Valencia en la temporada 82/83 (con la disputa del título en la última jornada del campeonato, que por cierto se perdió), la final de Copa en Zaragoza contra el Barcelona ese mismo año, los clásicos problemas en los derbis contra el Atlético, y con los ultras del Inter de Milán en dos temporadas consecutivas: la 84/85 y la 85/86.
Poco a poco la cosa va cambiando y comienza a organizarse todo un poco más. Se hacen carnés, pegatinas, aparece alguna que otra foto... etc. Pero lo cierto es que en esta primera época el material prácticamente es realizado también de forma individual por los componentes del grupo, y vendido mano a mano entre ellos. Aparece también así el primer símbolo "oficial" del grupo, que es una calavera al más puro estilo pirata, con dos tibias cruzadas.
Los tifos, si bien cada miembro del grupo colaboraba de manera individual, comienzan a tener una cierta organización, no demasiada, pero sí se empiezan a seguir una serie de pautas. De esta manera comienzan los bufandeos a la salida de los jugadores al terreno de juego y, normalmente, acompañado por botes de humo y bengalas. También es bastante habitual reservar algo de material pirotécnico para los goles que marca el Madrid durante el transcurso del partido.
El grupo, por lo tanto, se hace notar; ha aumentado de número y ya es el alma del Bernabéu; todas las canciones comienzan y terminan en el fondo sur, y los jugadores se sienten ahora más arropados que nunca, no solamente en Madrid, sino también en otras ciudades. No es de extrañar, por tanto, que durante la temporada 85/86 haga su aparición el mayor banderón que hasta entonces se había desplegado en un estadio español. Tiene lugar con ocasión del encuentro de esa temporada frente al Barcelona. Como dato anecdótico decir que fue patrocinado por la Comunidad de Madrid.
No obstante, la temporada siguiente este banderón se queda pequeño, ya que aparece otro de mayores dimensiones aún.
En este momento y como punto de inflexión, en el partido disputado en la temporada 86/87 contra el Bayern de Munich (donde aparece ese banderón que hemos mencionado), y tras un constante lanzamiento de objetos de todo tipo, el Bernabéu se clausura por dos encuentros en competiciones europeas. Es el "boom" de Ultras Sur. Durante meses, los medios de "descomunicación" no paran de maltratar al grupo de manera desmesurada. Es donde seguramente Ultras Sur se convierte, definitivamente, en un mito, ya incluso a nivel internacional.
En esta primera época del grupo, desde mediados de los 80 hasta el final de dicha década, es el periodo de tiempo en el que llegan al grupo los que hoy se consideran como "núcleo histórico" del mismo, gente que en la actualidad continúa perteneciendo a él y con quince años de militancia la mayoría de ellos. Esto es algo de lo que estamos orgullosos y lo que nos diferencia de muchos grupos de nuestro entorno. Este es el verdadero alma de ULTRAS SUR, un auténtico grupo de camaradas que se conocen desde hace más de 10 años y que han pasado por todo tipo de circunstancias, tanto adversas como benévolas. Verdaderamente, hacemos realidad uno de nuestros principales lemas: SIEMPRE FIELES, y no únicamente como grupo, sino también por los miembros que lo componen de forma individual, ya que desde aquella época no han abandonado el colectivo... y seguramente no lo abandonarán, porque ultra sur no se nace, pero sí se muere.
También es en esta etapa, concretamente hacia el año 88, cuando comienza a forjarse nuestra hermandad con las Brigadas Blanquiazules del Español, y que como todos sabéis perdura en la actualidad, entre otros tantos motivos porque estas circunstancias que acabamos de mencionar sobre nuestro grupo se dan casi en la misma medida en nuestros camaradas y hermanos de Barcelona.
Otro punto muy importante en la historia del grupo tiene lugar en septiembre del 88. Un autobús de ultras blancos se desplaza a Gijón a ver el partido con el Sporting y de camino se desvía hacia Oviedo, porque en esta localidad se celebran las fiestas patronales. Allí se producen unos gravísimos incidentes con gente perteneciente a la Liga Comunista Revolucionaria, quienes tachaban a los ultras de fachas, principalmente por el hecho de portar banderas de España. Todo comenzó con continuas provocaciones por parte de estos individuos de extrema izquierda, que por aquella época apoyaban políticamente a Herri Batasuna, siendo el detonante el intento de escupir una de las banderas de España que portaban los miembros de Ultras Sur y el intento de agresión a éstos. Todo concluyó con 24 ultras detenidos y encarcelados, alguno con heridas leves y varios miembros de la LCR en el hospital. Ultras Sur vuelve a las portadas de todos los periódicos. Todos atacan al grupo, es tildado de facha, fascista o delincuente, entre otras cosas. Se produce, por lo tanto, un vuelco importante. Es cuando comienza a acentuarse la politización de Ultras Sur, ya que tras los incidentes de Oviedo todos los grupos de izquierdas lo consideran como objetivo número uno, y claro, la consecuencia es obvia e inevitable. Es tachado de político, pero a su vez la mayoría de ataques que recibe tienen el mismo carácter, con lo cual esa idiosincrasia que acompaña al mismo se acentúa y aumenta. Y tampoco nos escondemos de nadie ni engañamos al prójimo. Y por otro lado, después de tan vilipendiados que hemos sido, somos y seremos, no creemos que nadie esté en condiciones de hacernos reproche alguno al respecto. Así que, al que le guste bien, y al que no, que se aguante, porque seguiremos indefectiblemente por nuestro camino, que a fin de cuentas es el nuestro y somos los únicos legitimados para marcarlo.
Este grupo, desde un principio, acoge en toda su extensión la ideología ultra, y finalmente son expulsados de la Peña Las Banderas, con lo cual el grupo se constituye ya de una manera aislada e independiente, y no ya como un sector dentro de dicha peña.
En los comienzos del grupo, el mismo aglutina a personas de todo tipo, pertenecientes a las más variadas "tribus urbanas" existentes por aquella época. El único punto de unión era el amor a unos mismos colores, lo que lleva a situaciones tan paradójicas como que en el fondo sur del Bernabéu convivan los días de partido tribus que entre semana no se pueden ni ver e incluso se encuentran en "guerra". Ciertamente, por aquella época el grupo no está politizado, al menos en los términos que hoy se puede entender como tal. No existe ningún tipo de simbología política, ni siquiera "extraoficial" (por denominarlo de alguna manera), aunque es cierto que las circunstancias son bien diferentes a las que existen en la actualidad ya que, en aquél entonces, el hecho de llevar una bandera española no era tomado como provocación por ciertos grupos urbanos, al contrario de lo que sucede con cierta escoria en la actualidad.
Es la época del grupo caracterizada por alcanzar las más altas cotas de violencia; al término de cada encuentro, eran frecuentes enfrentamientos con aficionados del otro equipo, fuera el que fuera, español o extranjero, situación seguramente motivada todo por los continuos malos tratos que durante años habían sufrido los hinchas blancos por todos los campos españoles. Así es como comienza ULTRAS SUR como mito. Hemos de decir que desde la creación del grupo únicamente se han reflejado en los medios de comunicación noticias relacionadas con violencia e incidentes sin querer entender jamás la verdadera realidad de los sucesos en los que nos hemos visto envueltos en ocasiones y sin hacer jamás mención a los continuos esfuerzos por dar colorido y animación a la grada del Santiago Bernabéu.
Poco a poco el grupo comienza a crecer, se va uniendo cada vez más gente, ya desde los primeros años salta a todos los medios de comunicación, como ya hemos comentado, por los incidentes protagonizados y la fama se va extendiendo partido a partido.
Es una fase de descontrol generalizado con relación a la organización: en el estadio se hacen únicamente tifos con bengalas, botes de humo, nitrato... que cada uno de los miembros del grupo sufraga personalmente de su propio bolsillo; los desplazamientos son esporádicos y se hacen a través de otras peñas, y no existe ni el menor atisbo de estructura medianamente organizada...
De esta época cabe mencionar los incidentes sucedidos en Valencia en la temporada 82/83 (con la disputa del título en la última jornada del campeonato, que por cierto se perdió), la final de Copa en Zaragoza contra el Barcelona ese mismo año, los clásicos problemas en los derbis contra el Atlético, y con los ultras del Inter de Milán en dos temporadas consecutivas: la 84/85 y la 85/86.
Poco a poco la cosa va cambiando y comienza a organizarse todo un poco más. Se hacen carnés, pegatinas, aparece alguna que otra foto... etc. Pero lo cierto es que en esta primera época el material prácticamente es realizado también de forma individual por los componentes del grupo, y vendido mano a mano entre ellos. Aparece también así el primer símbolo "oficial" del grupo, que es una calavera al más puro estilo pirata, con dos tibias cruzadas.
Los tifos, si bien cada miembro del grupo colaboraba de manera individual, comienzan a tener una cierta organización, no demasiada, pero sí se empiezan a seguir una serie de pautas. De esta manera comienzan los bufandeos a la salida de los jugadores al terreno de juego y, normalmente, acompañado por botes de humo y bengalas. También es bastante habitual reservar algo de material pirotécnico para los goles que marca el Madrid durante el transcurso del partido.
El grupo, por lo tanto, se hace notar; ha aumentado de número y ya es el alma del Bernabéu; todas las canciones comienzan y terminan en el fondo sur, y los jugadores se sienten ahora más arropados que nunca, no solamente en Madrid, sino también en otras ciudades. No es de extrañar, por tanto, que durante la temporada 85/86 haga su aparición el mayor banderón que hasta entonces se había desplegado en un estadio español. Tiene lugar con ocasión del encuentro de esa temporada frente al Barcelona. Como dato anecdótico decir que fue patrocinado por la Comunidad de Madrid.
No obstante, la temporada siguiente este banderón se queda pequeño, ya que aparece otro de mayores dimensiones aún.
En este momento y como punto de inflexión, en el partido disputado en la temporada 86/87 contra el Bayern de Munich (donde aparece ese banderón que hemos mencionado), y tras un constante lanzamiento de objetos de todo tipo, el Bernabéu se clausura por dos encuentros en competiciones europeas. Es el "boom" de Ultras Sur. Durante meses, los medios de "descomunicación" no paran de maltratar al grupo de manera desmesurada. Es donde seguramente Ultras Sur se convierte, definitivamente, en un mito, ya incluso a nivel internacional.
En esta primera época del grupo, desde mediados de los 80 hasta el final de dicha década, es el periodo de tiempo en el que llegan al grupo los que hoy se consideran como "núcleo histórico" del mismo, gente que en la actualidad continúa perteneciendo a él y con quince años de militancia la mayoría de ellos. Esto es algo de lo que estamos orgullosos y lo que nos diferencia de muchos grupos de nuestro entorno. Este es el verdadero alma de ULTRAS SUR, un auténtico grupo de camaradas que se conocen desde hace más de 10 años y que han pasado por todo tipo de circunstancias, tanto adversas como benévolas. Verdaderamente, hacemos realidad uno de nuestros principales lemas: SIEMPRE FIELES, y no únicamente como grupo, sino también por los miembros que lo componen de forma individual, ya que desde aquella época no han abandonado el colectivo... y seguramente no lo abandonarán, porque ultra sur no se nace, pero sí se muere.
También es en esta etapa, concretamente hacia el año 88, cuando comienza a forjarse nuestra hermandad con las Brigadas Blanquiazules del Español, y que como todos sabéis perdura en la actualidad, entre otros tantos motivos porque estas circunstancias que acabamos de mencionar sobre nuestro grupo se dan casi en la misma medida en nuestros camaradas y hermanos de Barcelona.
Otro punto muy importante en la historia del grupo tiene lugar en septiembre del 88. Un autobús de ultras blancos se desplaza a Gijón a ver el partido con el Sporting y de camino se desvía hacia Oviedo, porque en esta localidad se celebran las fiestas patronales. Allí se producen unos gravísimos incidentes con gente perteneciente a la Liga Comunista Revolucionaria, quienes tachaban a los ultras de fachas, principalmente por el hecho de portar banderas de España. Todo comenzó con continuas provocaciones por parte de estos individuos de extrema izquierda, que por aquella época apoyaban políticamente a Herri Batasuna, siendo el detonante el intento de escupir una de las banderas de España que portaban los miembros de Ultras Sur y el intento de agresión a éstos. Todo concluyó con 24 ultras detenidos y encarcelados, alguno con heridas leves y varios miembros de la LCR en el hospital. Ultras Sur vuelve a las portadas de todos los periódicos. Todos atacan al grupo, es tildado de facha, fascista o delincuente, entre otras cosas. Se produce, por lo tanto, un vuelco importante. Es cuando comienza a acentuarse la politización de Ultras Sur, ya que tras los incidentes de Oviedo todos los grupos de izquierdas lo consideran como objetivo número uno, y claro, la consecuencia es obvia e inevitable. Es tachado de político, pero a su vez la mayoría de ataques que recibe tienen el mismo carácter, con lo cual esa idiosincrasia que acompaña al mismo se acentúa y aumenta. Y tampoco nos escondemos de nadie ni engañamos al prójimo. Y por otro lado, después de tan vilipendiados que hemos sido, somos y seremos, no creemos que nadie esté en condiciones de hacernos reproche alguno al respecto. Así que, al que le guste bien, y al que no, que se aguante, porque seguiremos indefectiblemente por nuestro camino, que a fin de cuentas es el nuestro y somos los únicos legitimados para marcarlo.
LA EXPLOSIÓN
El grupo continúa creciendo y
estructurándose y cada vez se une más gente. Estamos en la década de los
90, una época en la que quizá podemos afirmar que el grupo comienza a
cambiar algo, no en cuanto a los componentes, pero sí un poco en cuanto a
mentalidad. Por supuesto que en relación con la época anterior
desaparece esa amalgama de tribus urbanas a las que hemos hecho
referencia; la ideología del grupo no es que se convierta en extrema
derecha, pues a nadie se le exige tal requisito para pertenecer al
grupo, pero sí late en el fondo común del grupo de una manera más
acentuada que anteriormente ese sentimiento especial no sólo a los
colores del Real Madrid, sino también al rojo y gualda que representa
nuestra enseña nacional. Destaca en esa época la presencia numerosa de
skin heads en sus filas. La organización comienza a ser mucho más seria,
prácticamente se prevé todo. Los desplazamientos se hacen con asiduidad
y casi perfectamente organizados, al igual que el material, que se
comercializa en un puesto de venta en los exteriores del Bernabéu.
También se realizan de manera organizada y numerosa los desplazamientos
por Europa. Así, el grupo se desplaza a Turín contra el Torino en la
temporada 91/92, a París en la 92/93 y 93/94, en lo que son los primeros
desplazamientos europeos del grupo, y que han llegado hasta la
actualidad.
Es también la época de los tifos y coreografías espectaculares, ya no sólo se ven bengalas; Se realizan otro tipo de cosas, como decoraciones de la grada del fondo sur con cintas de plástico, globos, pompones, cartulinas... incluso se llega a hacer un barco vikingo en la temporada 91/92 en un derby contra el eterno rival de la capital, el Atlético. Y como prueba, además de estos cambios, se cambia la calavera del grupo por otra no ya de tinte pirata, sino más moderna y con una bufanda al cuello.
Ultras Sur alcanza su punto culminante a mediados de los noventa, entre las temporadas 92/93 a 95/96. Es cuando se realizan los tifos más grandiosos, cuando mayores ingresos económicos tiene el grupo debido a la gran cantidad de afiliados; El número de gente ha crecido espectacularmente, reuniendo a más de 6.000 personas en los encuentros en el Bernabéu. El grupo desplaza cientos y cientos de personas en la totalidad de viajes que se realizan. Se organiza un viaje a San Sebastián de más de 300 personas, pero el club vasco no envía las entradas y el Delegado del Gobierno para el estadio Bernabéu prohíbe al grupo desplazarse, ya que al no tener localidades no se les permitiría la entrada en tierras vascongadas. Cosa parecida sucede en el intento de viaje a Pamplona. Todo esto no sirve para evitar que un poco más adelante se desplacen casi 600 ultras sin entrada hasta Barcelona, al partido contra el eterno rival. Todos son retenidos en las inmediaciones del estadio sin obtener permiso, siquiera, para adquirir entradas.
Dentro de esta época, cabe mencionar, los incidentes que se producen durante dos años consecutivos en la última jornada de liga, ambas en las que el Madrid se juega el campeonato en Tenerife. El primer año, dentro de la temporada 91/92, y ante la sorpresa del grupo, somos bastante mal recibidos en la isla. Los autobuses que trasladan a US desde el aeropuerto son apedreados por los chicharreros, amén del lanzamiento de todo tipo de objetos durante el partido. A la salida del estadio el grupo es acosado por aficionados tinerfeños, a los que se le han unido unos ¿separatistas? canarios. No queda otro remedio que defenderse, cargando contra el grupo de gente que lanzan objetos contra nosotros y haciéndoles huir, imágenes que quedan grabadas en la retina de los miembros de US allí presentes... y en las cámaras de televisión.
En la temporada siguiente, la 92/93, resultan detenidos 17 miembros del grupo después de una campaña de acoso y derribo protagonizada, fundamentalmente, por nuestros "queridos" medios de comunicación, que ante la llegada de Ultras Sur a la isla caldea innecesariamente el ambiente en su contra, produciéndose una desproporcionada acción policial, respaldada, dirigida, alentada y ensalzada por los medios de desinformación.En la temporada 95/96 se realizan tres desplazamientos europeos, con motivo de la Liga de Campeones. El primero a Budapest (Hungría), donde viajan casi un centenar de miembros a presenciar el partido frente al Ferencvaros, posteriormente medio centenar de ultras de desplazan a Ámsterdam para el partido que disputarían el Ajax y el Real Madrid en el estadio Olímpico de la ciudad holandesa. Esa misma temporada se va a Turín -donde se producen incidentes con la policía italiana en el partido que nos enfrenta a la Juventus- hasta donde se desplazan más de 300 miembros del grupo.
Es también la época de los tifos y coreografías espectaculares, ya no sólo se ven bengalas; Se realizan otro tipo de cosas, como decoraciones de la grada del fondo sur con cintas de plástico, globos, pompones, cartulinas... incluso se llega a hacer un barco vikingo en la temporada 91/92 en un derby contra el eterno rival de la capital, el Atlético. Y como prueba, además de estos cambios, se cambia la calavera del grupo por otra no ya de tinte pirata, sino más moderna y con una bufanda al cuello.
Ultras Sur alcanza su punto culminante a mediados de los noventa, entre las temporadas 92/93 a 95/96. Es cuando se realizan los tifos más grandiosos, cuando mayores ingresos económicos tiene el grupo debido a la gran cantidad de afiliados; El número de gente ha crecido espectacularmente, reuniendo a más de 6.000 personas en los encuentros en el Bernabéu. El grupo desplaza cientos y cientos de personas en la totalidad de viajes que se realizan. Se organiza un viaje a San Sebastián de más de 300 personas, pero el club vasco no envía las entradas y el Delegado del Gobierno para el estadio Bernabéu prohíbe al grupo desplazarse, ya que al no tener localidades no se les permitiría la entrada en tierras vascongadas. Cosa parecida sucede en el intento de viaje a Pamplona. Todo esto no sirve para evitar que un poco más adelante se desplacen casi 600 ultras sin entrada hasta Barcelona, al partido contra el eterno rival. Todos son retenidos en las inmediaciones del estadio sin obtener permiso, siquiera, para adquirir entradas.
Dentro de esta época, cabe mencionar, los incidentes que se producen durante dos años consecutivos en la última jornada de liga, ambas en las que el Madrid se juega el campeonato en Tenerife. El primer año, dentro de la temporada 91/92, y ante la sorpresa del grupo, somos bastante mal recibidos en la isla. Los autobuses que trasladan a US desde el aeropuerto son apedreados por los chicharreros, amén del lanzamiento de todo tipo de objetos durante el partido. A la salida del estadio el grupo es acosado por aficionados tinerfeños, a los que se le han unido unos ¿separatistas? canarios. No queda otro remedio que defenderse, cargando contra el grupo de gente que lanzan objetos contra nosotros y haciéndoles huir, imágenes que quedan grabadas en la retina de los miembros de US allí presentes... y en las cámaras de televisión.
En la temporada siguiente, la 92/93, resultan detenidos 17 miembros del grupo después de una campaña de acoso y derribo protagonizada, fundamentalmente, por nuestros "queridos" medios de comunicación, que ante la llegada de Ultras Sur a la isla caldea innecesariamente el ambiente en su contra, produciéndose una desproporcionada acción policial, respaldada, dirigida, alentada y ensalzada por los medios de desinformación.En la temporada 95/96 se realizan tres desplazamientos europeos, con motivo de la Liga de Campeones. El primero a Budapest (Hungría), donde viajan casi un centenar de miembros a presenciar el partido frente al Ferencvaros, posteriormente medio centenar de ultras de desplazan a Ámsterdam para el partido que disputarían el Ajax y el Real Madrid en el estadio Olímpico de la ciudad holandesa. Esa misma temporada se va a Turín -donde se producen incidentes con la policía italiana en el partido que nos enfrenta a la Juventus- hasta donde se desplazan más de 300 miembros del grupo.
HASTA HOY
Después de esta época gloriosa, Ultras Sur comienza a bajar un poco el nivel a partir de la temporada 96/97, coincidiendo con un descenso generalizado de los grupos españoles, seguramente porque esta época gloriosa a nivel nacional coincide con una especie de "moda" en cierto número de integrantes de los grupos ultras, que tras unos años de emociones en los mismos abandonan en busca de otros caminos.No obstante, y como no podemos ser iguales que la mayoría de grupos españoles, en nosotros se dan una serie de particularidades ciertamente notables y que no podemos por menos que reflejar.Así, en la temporada siguiente, la 97/98, las cosas no van para nada mal; el grupo hace numerosos desplazamientos, tanto por España como por Europa, destacando el de Oporto, donde viajan unos 300, con incidentes con la policía portuguesa motivados por su absoluto desconocimiento del mundo ultra y con varios miembros del grupo detenidos de manera injusta.
La temporada avanza y el grupo está fuerte. Llega un nuevo desplazamiento europeo, esta vez a la localidad alemana de Leverkusen. Sin muchos problemas se llena un avión en el que viaja todo el "núcleo duro" de Ultras Sur. Se temen incidentes con los hooligans del Bayer Leverkusen, que están junto con los del Colonia. Nosotros, por nuestra parte, contábamos con el apoyo de los de seguidores Fortuna de Düsseldorf, entre cuyos miembros hay alguno de los nuestros.
Nada más aterrizar en Alemania, el avión entero es introducido en autobuses que esperan a pie de pista, y de allí hasta la comisaría de Colonia, por no se sabe aún qué serie de motivos absurdos e infundados. La gente es retenida allí hasta el término del partido para llevarles de nuevo hasta la misma escalerilla del avión, sin necesidad de recoger tarjeta de embarque siquiera. ¡Cuánta comodidad!, ¿Verdad?. Por supuesto, en España la prensa canallesca ya se ha encargado del "asunto" y vuelve a cebarse con nosotros. Se llenan páginas y páginas de periódicos, y toda la parafernalia a la que nos tienen acostumbrados, acusándonos de haber realizado un auténtico desfile nazi en la terminal del aeropuerto, cuando ni siquiera llegamos a pisarla. Todo se trato de una manipulación mas, ya que ni una sola esvástica ni símbolo nazi era portado por miembros de Ultrassur (¿dónde están las imágenes que tenia grabada la policía alemana, porque no se vieron nunca?). Justificaron la detención por el hecho de que aseguraban que algún miembro del grupo había realizado el saludo nazi, y no se les ocurrió mejor idea que detener a un avión entero. La triste realidad de todo esta en la existencia de un informe policial enviado por el entonces delegado gubernativo en el Real Madrid donde, a modo de represalia por no seguir su juego, se recomendaba tomar fuertes medidas contra el grupo de Ultras desplazado por el carácter Nazi y violento de sus miembros.
Con toda esa situación a nivel de prensa, llegan las semifinales de la Liga de Campeones frente al Borussia Dortmund y la mala suerte se ceba de nuevo con Ultras Sur. Antes de que comience el partido, cuando saltan los jugadores al campo, la gente del grupo (como durante años se había hecho, no sólo en el Bernabéu, sino en la mayoría de campos conocidos) se sube a la valla, con tan mala fortuna que ésta se cae y arrastra en su caída a la portería del fondo sur, que estaba sujeta a dicha valla por no se sabe muy bien qué tipo de mente privilegiada. Según parece, los hierros que sujetaban el marco molestaban para cortar el césped... Pero lo grave del asunto es que se tarda casi una hora en poner otra en su lugar.
El resultado: otra vez a los medios de desinformación cargando contra Ultras Sur y nadie dice (o nadie quiere decir) nada al respecto de por qué no había otra portería en el estadio (la verdad es que hasta ese momento en casi ningún estadio hay de repuesto) o a quién se le había ocurrido la genial idea de sujetar la famosa portería directamente a la valla.
La directiva madridista se mosquea (siempre ha habido gente en todas las directivas que no nos ha podido ni ver), y prácticamente se rompen relaciones con el grupo, ya que como era de esperar somos tomados como cabeza de turco. Todo se traduce en un sinfín de problemas para intentar conseguir entradas para la ansiada final de Ámsterdam, amén de otros añadidos, pero ninguno de los cuales impide nuestra ansiada meta, perseguida desde la creación del grupo, y que no es otra que ver en directo al Madrid ser campeón de Europa por séptima vez, esta vez frente a la Juventus de Turín.
Hasta allí se desplaza todo el que quiere. Llevamos nuestro mítico banderón de la bandera de España, y lo más importante, hacemos realidad un sueño. El 20 de mayo se convierte, hasta ese momento, en la jornada más importante en la historia de Ultras Sur y de cada uno de sus miembros. Únicamente el que lo ha vivido puede saber lo que se siente. Pero tras la inmensa alegría se vuelve a la dura realidad que se había abandonado en Madrid con lo de la portería. Con la excusa de la remodelación del Bernabéu y la llegada de los asientos, Ultras sur es desterrado al tercer anfiteatro. Es la época más dura del grupo, esa temporada 98/99 en el destierro. Mucha gente (a la que no se le puede considerar ULTRAS) lo abandona, y así el número decrece a marchas forzadas y son unos momentos malos a nivel de grada. Y decimos a nivel de grada porque la gente verdadera, auténtica del grupo, ese núcleo histórico al que antes se ha mencionado, sigue estando ahí, no abandona US.
Muchos critican esa temporada, diciendo que los ultras madridistas no existen, pero a todos ellos hay que recordarles que el Bernabéu sigue siendo un fortín. Muchos hablan y hablan en los papeles, pero para estar muertos -según dicen algunos- sigue sin haber valor para acercarse a Chamartín sin la compañía de la policía. Es más, precisamente es en esta temporada cuando no se controla tanto los desplazamientos y se consigue viajar en dos ocasiones a las Vascongadas, concretamente a San Mamés y a Anoeta, en ambas ocasiones sin tener que pedir escolta a la policía(y no como muchos grupos que van de duros y luego en sus agendas no faltan los teléfonos de las fuerzas del orden) y sin que apenas se produzcan incidentes con los "temibles" hinchas locales, cabe mencionar la cobarde actitud de la policía autónoma vasca que, con la excusa de no poder mantener el orden publico en las gradas de San Mames nos expulsa del recinto y nos obliga a abandonar Bilbao, esto fue aprovechado por los cachorrillos de ETA que se sitúan en los fondos del estadio bilbaíno para difundir que habíamos abandonado el estadio por su lanzamiento de objetos cuando la realidad es que los que no fuimos retenidos en la entrada del recinto y conseguimos entrar, apenas estuvimos a una decena de metros de estos retrasados y el único herido fue un vigilante jurado, con lo cual podemos calificar de patética la actitud estos perdona vidas que ya no engañan a nadie, si no fuese por esa policía que les permite campar a sus anchas otro gallo les cantaría a esta panda de desgraciados. Es fácil alardear de pasearse impunemente por Madrid portando todo tipo de parafernalia separatista sobre todo si se hace agarradito del brazo de esos que ellos llaman fuerzas de ocupación.
La temporada siguiente, la 99/2000, Ultras Sur cambia de ubicación a la grada de lateral, junto al córner del fondo sur. No es mucho, pero sí algo más que el año anterior. El grupo comienza a crecer de nuevo, se llena completamente el sector que nos han dado y hay gente que no puede entrar a los partidos por falta de sitio. Vuelve a cambiarse el símbolo del grupo, y esta vez parece que de una manera definitiva, ya que verdaderamente es un símbolo creado únicamente para el grupo y original en todos los aspectos; es idea del grupo y para el grupo y además intenta reflejar el sentir de la mayoría del mismo: se trata de un doble hacha vikinga sobre el fondo de la bandera española.
Queda así claro que los ultras blancos no están muertos, que resurgen. La temporada anterior no ha sido sino un año de transición en la historia. Buena prueba de ello es que esa temporada se llega de nuevo a la finalísima de la Champions League y Ultras Sur da en París frente al Valencia una auténtica lección de lo que debe ser un grupo ultra. Se llevan más de diez bombos, el banderón gigante de US, los banderones y se hace una pancarta con el lema "Reyes de Europa", además de cánticos y ánimo constante por parte de todos. En la temporada 2000/2001, ha cambiado la directiva del club y, se sigue en la misma ubicación. La gente que lleva el grupo sigue trabajando día a día por el que hoy se puede considerar que es nuestro principal logro, la vuelta al fondo sur.
Los desplazamientos se hacen cada vez más difíciles por el alto coste de las entradas allí donde juega el Madrid y además, en muchos estadios no somos bien recibidos y ni siquiera mandan las entradas que solicitamos. Cabe mencionar el viaje a Roma, donde más de un centenar de ultras se desplaza a la capital italiana en el partido que nos enfrenta al Lazio, la relación con la hinchada lazial es estupenda e incluso se realiza un acto de hermandad entre ambas aficiones, lo que parece significar el inicio de una gran amistad. También es digno de mención un nuevo viaje a San Sebastián y como no, el desplazamiento a Vigo después de muchos años, estos organizados sin mucha publicidad y manteniéndolo en el más estricto silencio, ya que si no hubiese sido así otro año más nos hubiésemos quedado viendo el partido en casa, dada la negativa de las directivas de ambos clubes a enviar entradas (como otras tantas).
El resto de la temporada, se desarrolla con nuevos tifos y movimiento en la grada, aún sabiendo la dificultad que existe, dada la ubicación en la que nos encontramos. Cabe destacar el tifo realizado contra el Alavés, en el que se despliega un gran 28 a nuestras espaldas, adornado por decenas de estandartes a modo de celebración por el título, que 90 minutos más tarde, definitivamente, conseguiríamos,
Y por fin, en la temporada 2001/2002, se cumple nuestro anhelado sueño que no es otro que la vuelta al fondo sur, lugar del que nunca debimos salir. Se nos habilitan, tras la portería, un sector acotado con capacidad cercana a las 1000 personas. Durante todo el año se realizan numerosos y espectaculares tifos que como antaño, ocupan la mayor parte del fondo sur, recordando a muchos épocas anteriores de nuestro grupo. En cuanto a los desplazamientos, se realizan todos los posibles, teniendo en cuenta el problema surgido en los últimos años, que no es otro que el precio de las entradas, que si bien en otras temporadas era excesivo, ya en esta nueva temporada, se puede denominar de robo.
La temporada se desarrolla con toda normalidad y con un comportamiento excepcional en la nueva grada, apenas se producen lanzamiento de objetos de ningún tipo desde nuestra zona y en cuanto a animación se produce un importante resurgir gracias a la aparición, en estos últimos años, de un nuevo grupo de jóvenes con una autentica mentalidad ultra que se desviven por crear un fenomenal ambiente en la grada. Los tifos pues se repiten durante toda la temporada con inmejorables resultados aunque es justo decir que en muchos de los partidos la actitud general del grupo no es la adecuada en un colectivo como el nuestro, en algunos partidos miembros del grupo optan por sentarse y el tifo vocal, en muchas ocasiones resulta impropio de Ultrassur.
Cuando llegamos a la conclusión de la temporada se producen los ya famosos incidentes del 1 de Mayo en los que resultan detenidos algunos seguidores madridistas, la prensa se ceba con el grupo y volvemos a sufrir de nuevo una machacante represión. El hecho de que un periodista resulte agredido en dichos incidentes hace todo se manipule de manera grotesca, la noticia ya no es un atentado terrorista sino que a un periodista le han dado 3 puñetazos. Todo el buen comportamiento de la temporada se olvida gracias a los farsantes de siempre que atacan día tras día al grupo.
Toda esta presión y manipulación hace que no se pueda organizar en condiciones el desplazamiento en grupo a Glasgow para asistir a la consecución de la novena Copa de Europa, lo que repercute en el ambiente vivido en el estadio escocés, donde ningún grupo llevo la voz cantante en cuanto a animación en lo que a los seguidores madridistas se refiere. A pesar de todo son varias decenas de Ultras los que se desplazan por su cuenta a la ciudad escocesa y pudieron disfrutar de la victoria madridista.
Tras la tormenta vivida en la finalización de la temporada pasada, arranca la nueva temporada, la 2002/2003, los ánimos de todos parecen de nuevo renovados con las ganas de llevar al grupo y al Real Madrid a lo más alto.
Tras unos inicios algo flojos en cuanto a animación debido a ciertos problemas surgidos por un exceso de celo a la hora de controlar la seguridad en el estadio, el futuro del grupo promete un año mas llenar de colorido y emoción la grada del fondo sur del Bernabéu.
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