Para empezar es obligatorio hacer hincapié en el carácter humilde del
Rayo Vallecano. Equipo de un barrio obrero de Madrid, su trayectoria se
ha centrado casi exclusivamente entre le segunda y la tercera división,
sumando diez temporadas en la máxima categoría y obteniendo el mayor
logro futbolístico de sus casi 79 años de historia hace 13 temporadas en
la que llegó a disputar la copa de la UEFA. Se puede comparar a un
Westham en Inglaterra o a un St. Pauli en Alemania.
Bukaneros
surge en la temporada 92-93 como un pequeño grupo de colegas que se
juntaban los domingos para ir al fútbol, unidos por la pasión por su
equipo y por sus ideas antifascistas, ubicándose en sus inicios en el
fondo sur de su estadio. A la par que Bukaneros nace ese mismo año el
otro grupo que ha marcado la historia de la animación en Vallekas, las
Brigadas Franjirrojas. En un principio insisten en su carácter
apolítico, pero poco a poco se les empieza a ver el plumero y empiezan a
aparecer en el fondo banderas con el pollo y pancartas de US Vallekas,
por lo que Bukaneros, en número muchísimo menor, se retira del fondo
para situarse en el lateral junto a los Petas. Pasa el tiempo y las
Brigadas comienzan a caer en picado, descendiendo su número de miembros
notablemente, no llegando a juntarse en los partidos mas de 50 miembros.
Pero mientras tanto Bukaneros comienza su ascenso pasando de los 10
miembros iniciales a mas de 30, equilibrándose poco a poco las fuerzas.
Ya en las temporadas 95-96 y 96-97 comienzan los enfrentamientos,
desencadenándose una auténtica guerra declarada entre ambos grupos.
Como en toda guerra al final hubo un vencedor: los Bukaneros.
Aquí empieza el imparable ascenso del grupo que no tardó en superar los 100 miembros.
Desde
sus primeros años algunos skins comenzaban a lucir sus calvas y sus
botas por el Estadio de Vallekas, llegándose a juntar, en sus tiempos,
algunos miembros del S.H.A.R.P. Madrid que sacaban a relucir, por
primera vez en el Estadio, cascos troyanos. Con el tiempo, y sobre todo
con el cambio de ubicación en el fondo sur, el número de los skins que
iban al fútbol aumenta y ya se empiezan a ver pancartas con la palabra
"skinhead" que no tardan mucho tiempo en prohibirlas alegando incitación
a la violencia.
Las actividades del grupo aumentan y se empiezan
a organizar los ya habituales partidos contra el racismo y mogollón de
tifos, sacando minibanderas, bengalas, botes de humo, etc, dando un gran
ambiente al campo y viviendo momentos de verdadero éxtasis
futbolístico. También llegan los viajes, aunque ésta todavía es una
asignatura pendiente en la peña.
Así
llegamos al día de hoy, con una base de 200 miembros, entre ellos
muchos jóvenes con ganas de currar que no se cansan de pintar pancartas y
de hacer estandartes para preparar el tifo que cada fin de semana
recibirá a su equipo, y numerosos skins que se dejan sus gargantas en el
Estadio junto a sus camaradas de la peña y la piel en la calle,
difundiendo la rama más futbolera de la cultura skinhead en las gradas
de Vallekas.
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